sábado, 6 de septiembre de 2008

LA HABANA, HACE UN TIEMPO, MUY NEGRA, UN BOTE DE POPER...

- No se preocupe Emerenciana, vamos a ayudarla.
Hay que joderse. En el mismo día te enteras de que te han concedido la rotación libre en la Habana y a finales de año te irás para pasar seis meses allí, como llevas toda la residencia peleando; y te toca un puro en la urgencia, como si fueras un R1. Esto no se le hace a un R4, joder.
- a ver Emerenciana, póngase de lado y relájese, que no le va a doler nada.
Ni puñetero caso. Si es que debe tener doscientos años, lo menos, y tiene tantas enfermedades que parece el señor Burns, ¿cómo pretenden que la mujer se acuerde de ir al baño?
El enfermero acerca el bote de vaselina.
- ¿no quieres hacerlo tú? Viene bien coger práctica
- Jajajaa, no cuela tío, toda tuya
Separa las flácidas nalgas y pringa de vaselina el ano.
- Tranquila Emerenciana, que va a notar algo frío.
La buena señora se revuelve y gimotea, el enfermero la sujeta de lado.
El dedo entra más o menos limpiamente y toca el fecaloma, es grande y está hondo, va a costar sacarlo. Mira al enfermero que le sonríe comprensivo.
Pelea hasta que empieza a darle calambres en el dedo, Emerenciana se acostumbra y se adormila, el enfermero suspira hastiado. De la próxima me traigo un bote de poper y me da igual lo que piensen los que lo vean, en este rato podría haber dado tres altas y estaria durmiendo en vez de con el dedo hundido en el culo de una vieja.

El fecaloma empieza asomar, negro profundo, y sale de golpe, haciendo un ruido extraño, Emerenciana se despierta y llora.
El auxiliar le coloca un pañal.
Se quita los guantes, y aunque tenga las manos limpias se las lava con el triple de esterilizante.
Hay cosas a las que no te acostumbras.



para cigarro puro

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