domingo, 22 de agosto de 2010

Beerlight. Dieta basal y constantes por turno.

A Klaus el H. le gusta contar que perdió el brazo y la pierna derechos al tirarse al tren y salirle mal, en vez de hablar de la diabetes mal llevada y el tumor diafisario que aquel abril le dio las buenas tardes. Además al hablar de tirarse al tren y salirle mal dejaba la puerta abierta a mutilaciones o a un bebé-cercanías vagando por el mundo huérfano de padre.
El resto de la banda había tomado el nombre de la manía de Quinquécandil de sujetarse el pelo con un trozo de venda, feliz consecuencia de una pertinaz carestía de cintas de pelo durante un festivo del verano anterior.
De modo que Klaus el Hemicuerpo y Los Heridos de Guerra se apostaban sobre el escenario dispuestos a ejecutar sumarios la enésima oportuniad de aportarle algo al arte, plantados fieramente ante la colección de síndromes con retraso psicomotor y sus respectivos portadores.
Y fue entonces y sólo entonces cuando una corriente de autoconsciencia y sensación de vergüenza y horror entró por la puerta, apartando a empellones al pasar a tres Downs hermanos vestidos de verde.